Un estudio Estadounidense recomienda reemplazar la margarina, la mantequilla y la mayonesa por aceite de oliva
Consumir algo más de media cucharada al día reduce el riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares.
La toma diaria de aceite de oliva nos ayuda a proteger la salud cardiovascular gracias a su composición en ácidos grasos y por sus componentes antioxidantes, que nos protegen ante la arterioesclerosis y reducen los niveles de colesterol LDL (malo), tal y como lleva años recordando la Fundación Española del Corazón (FEC).
Ahora un nuevo estudio concluye que el consumo de más de siete gramos (algo más de media cucharada) de aceite de oliva por día se asocia con un menor riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares, neurodenerativas y respiratorias, así como un menos riesgo de morir por cáncer.
Esta investigación, revisada por pares, también concluye que reemplazar aproximadamente 10 gramos al día de margarina, mantequilla, mayonesa y grasa láctea con la cantidad equivalente de aceite de oliva también se asocia con un menor riesgo de mortalidad.
Utilizando participantes del Estudio de Salud de Enfermeras y el Estudio de Seguimiento de Profesionales de la Salud, los investigadores analizaron 60.582 mujeres y 31.801 hombres que estaban libres de enfermedad cardiovascular y cáncer al inicio del estudio en 1990.
Durante 28 años de seguimiento, se evaluó la dieta mediante un cuestionario cada cuatro años en el que se preguntaba con qué frecuencia, en promedio, consumían alimentos específicos, tipos de grasas y aceites, así como qué marca o tipo de aceites usaban para cocinar y condimentar el año anterior.
El consumo de aceite de oliva se calculó a partir de la suma de tres ítems del cuestionario: aceite de oliva utilizado para aderezos para ensaladas, aceite de oliva añadido a los alimentos o al pan y aceite de oliva utilizado para hornear y freír en casa. Una cucharada equivalía a 13,5 gramos de aceite de oliva.
El consumo de otros aceites vegetales se calculó en función de la marca de aceite informada por los participantes y el tipo de grasa utilizada para cocinar en casa.
La ingesta de margarina y mantequilla se basó en la frecuencia informada de consumo en barra y en la cantidad añadida al hornear y freír en casa.
También se calcularon las ingestas de lácteos y otras grasas y nutrientes.
A su vez, los investigadores encontraron que el consumo de aceite de oliva pasó de 1,6 gramos al día en 1990 a aproximadamente cuatro gramos en 2010.
En el transcurso de 28 años, hubo 36.856 muertes. Los participantes con un mayor consumo de aceite de oliva a menudo eran más activos físicamente, tenían ascendencia del sur de Europa o del Mediterráneo, tenían menos probabilidades de fumar y tenían un mayor consumo de frutas y verduras en comparación con aquellos con un menor consumo de aceite de oliva. El consumo promedio de aceite de oliva total en la categoría más alta fue de aproximadamente nueve gramos diarios al inicio del estudio e incluyó al 5% de los participantes del estudio.
Cuando los investigadores compararon a aquellos que rara vez o nunca consumían aceite de oliva con los que sí, observaron que aquellos que estaban dentro de la categoría de consumo más alto de este manjar tenían un 19% menos de riesgo de mortalidad cardiovascular, un 17% menos de riesgo de mortalidad por cáncer, un 29% menos de riesgo de mortalidad neurodegenerativa y un 18% menos de riesgo de mortalidad respiratoria.
El estudio también encontró que sustituir 10 gramos al día de otras grasas, como margarina, mantequilla, mayonesa y grasa láctea, por aceite de oliva se asoció con entre un 8 y un 34% menos riesgo de mortalidad total y por causas específicas.